En casa...
¡Pero mira que se está bien en casa! En casa el cuerpo descansa. En casa las ideas se ordenan. En casa te das cuenta de cuánto has podido cambiar en apenas 3 meses. Es un lujo volver a descubrir lo firme que es tu cama (en comparación sobre todo con la del pisito madrileño) y la de discos que sigues teniendo aquí. Así da gusto. En casita vuelves a saber qué es eso de una ducha con presión, qué es eso de pillar un cacho decente de sofá decente y cosas así... Las pequeñas cosas lo son todo. Ahora toca cargar las pilas y disfrutar de ese lujo asiático que es no poner el despertados. Os lo aconsejo...
5 comentarios
Elindomable -
Cuídate mucho!
Anónimo -
Elindomable -
Y Teresa... cuidado con el sofá de nuestro hogar, que tiene un muelle que tiende a violarme en cuanto me descuido!
Sara -
teresa -